Trabajo Infantil

Trabajo Infantil en Colombia

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Prohibición del Trabajo Infantil y Edad Mínima para Trabajar

La ley establece que la edad mínima para el empleo sea de 15 años y de 18 años para trabajos peligrosos. Los menores de 15 a 16 años de edad pueden trabajar no más de 30 horas a la semana, y los de 17 años pueden trabajar no más de 40 horas a la semana. Los menores de 15 años pueden trabajar en las artes, los deportes o en actividades recreativas o culturales por un máximo de 14 horas a la semana. En todos estos casos, los niños y adolescentes que trabajan tienen que haber firmado la documentación presentada por sus padres y aprobada por un inspector de trabajo u otra autoridad local.

La ley prohíbe que los menores trabajen de noche o cuando haya riesgo de daño físico o exposición a calor, frío o ruido excesivos.

El trabajo peligroso incluye una extensa lista de actividades dentro de 11 categorías y subcategorías ocupacionales identificadas como las “peores formas de trabajo de menores”, entre ellas las de agricultura, caza y silvicultura, pesca, minería y cantería, manufactura, construcción, transporte y al macenamiento, servicios de salud y defensa.

Sin embargo, el gobierno colombiano aprobó en 2015 algunos programas de aprendizaje agrícola para menores de 14 a 17 años de edad por medio del SENA. El programa es de
educación solamente para los menores de 14 años de edad, y a ellos no se les permite trabajar.

La ley autoriza a los inspectores imponer multas de hasta 5.000 veces el salario mínimo mensual por violaciones de la ley del trabajo, incluidas violaciones en materia de trabajo infantil. Si se considera que una infracción pone en peligro la vida de un menor o amenaza los valores morales, dicha infracción se puede sancionar con el cierre temporal o definitivo del establecimiento.

Los inspectores de trabajo en todo el país son responsables de hacer cumplir las leyes de traba
jo de menores.

En febrero de 2015, el Ministerio de Trabajo creó una unidad aparte de inspección del trabajo infantil con sede en Bogotá y con responsabilidades a nivel nacional para investigar los casos de trabajo infantil y realizar actividades para prevenir dicho trabajo.

El gobierno proporcionó directrices a los inspectores de trabajo con el fin de garantizar que los menores de 15 años de edad no trabajen y que los adolescentes de 15 a 17 años que tengan permisos de trabajo no realicen trabajos peligrosos.

Los inspectores supervisaron el sector formal mediante inspecciones periódicas, pero se estima que el 80% de todo el trabajo infantil tuvo lugar en el sector informal de la economía. Los recursos y la capacitación siguieron siendo insuficientes para una aplicación eficaz. Hasta fines de abril de 2015 los inspectores de trabajo realizaron 597 visitas de los lugares de trabajo y comprobaron si los trabajadores adolescentes que habían recibido permisos de trabajo estaban debidamente empleados.

Durante esas inspecciones se revocaron cuarenta y seis permisos de trabajo.
Los organismos gubernamentales realizaron varias actividades para erradicar y
prevenir la explotación laboral infantil.

Con asistencia de la OIT, el gobierno siguió mejorando la cooperación entre los gobiernos nacionales, regionales y municipales mediante su plan nacional para erradicar el trabajo infantil y proteger a los jóvenes trabajadores. También siguió aplicando un nuevo sistema de supervisión para inscribir a los menores trabajadores.

El gobierno también trató de reducir la demanda de mano de obra infantil mediante actividades de concientización pública y de capacitación, colaborando a menudo con las organizaciones internacionales y de la sociedad civil.

Un programa de capacitación en línea para inspectores de trabajo en varios departamentos continuó proporcionando a los inspectores y a otros funcionarios detalles sobre cómo abordar situaciones relacionadas con las peores formas de trabajo infantil.

El gobierno, por medio del Ministerio de Trabajo, siguió observando el plan de 2008, esbozado en la Estrategia Nacional para Evitar y Erradicar las Peores Formas de Trabajo Infantil y Proteger al Joven Trabajador, y también continuó su mesa redonda para el grupo de diálogo, en la que participan representantes del gobierno, miembros de las tres confederaciones del trabajo más grandes y la sociedad civil.

El grupo enfocó su trabajo en formalizar un sistema de inscripción integrado para información sobre el trabajo infantil que permitiría a entidades públicas y privadas registrar información sobre los trabajadores infantiles.

El gobierno siguió combatiendo la minería ilegal y formalizando la producción minera artesanal, con el objetivo de erradicar el trabajo infantil y el trabajo forzoso.

Las dependencias regionales del ICBF tuvieron a su cargo dirigir las iniciativas para combatir el trabajo infantil en la minería a nivel local, y con ese fin colaboraron con el ministerio y otros organismos públicos para coordinar las respuestas.

El Departamento para la Prosperidad Social aplicó el programa Más Familias en Acción para combatir la pobreza mediante transferencias condicionales de efectivo; incluyó un enfoque específico sobre la forma de abordar el trabajo infantil.

En 2013 el programa comenzó a aplicar una iniciativa para prevenir el trabajo infantil en seis comunidades mineras en los departamentos de Antioquia y Bolívar. En las reuniones interinstitucionales de trabajo infantil, el Ministerio de Trabajo informó que los menores que se encontraron trabajando en operaciones mineras ilegales fueron atendidos por cualquier gobierno presente en la zona, ya fuese la policía, el ICBF, los docentes, o el DSP. Si bien todas las entidades tenían directivas sobre cómo manejar y notificar casos de trabajo infantil, no estaba claro si todos los casos se remitieron al ICBF.

El ICBF aplicó varias iniciativas encaminadas a prevenir el trabajo infantil, incluidos los programas Generaciones Sanas y Ciudades Prósperas para los Niños, Niñas y Adolescentes. El CNP continuó en 2015 con sus iniciativas de concientización para reducir el trabajo infantil, entre ellas la campaña Abre Tus Ojos que enseñó a los niños y adolescentes a ser conscientes de sus alrededores cuando están en áreas recreativas, eventos deportivos y otros lugares públicos donde pueden ser blanco del trabajo infantil.

El CNP explicó a los menores y a sus padres los posibles peligros y las actividades ilegales para los jóvenes, incluido el trabajo infantil. Este programa siguió incluyendo actividades para niños en un autobús equipado conproyecciones interactivas.

Además, algunas regiones iniciaron sus propias actividades de lucha contra el trabajo infantil. Por ejemplo, el Departamento del Atlántico llevó a cabo una iniciativa que creó conciencia entre la población, buscó activamente a niños que trabajan o están en riesgo de trabajar, y fortaleció la coordinación interinstitucional mediante un centro de servicios múltiples para manejar los casos de trabajo infantil.

El trabajo infantil siguió siendo un problema en los sectores informales e ilícitos. En mayo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) publicó los resultados de una encuesta realizada en 2013 sobre trabajo infantil que evaluó el trabajo infantil durante octubre y diciembre de 2013.

Según los datos del DANE, de los 11,2 millones de niños entre las edades de 5 y 17 años, se estimó que 1,1 millón trabajaban fuera del hogar (aproximadamente el 12,5% de los varones del país y el 6,6% de todas las niñas). La tasa nacional de niños que trabajaban fuera del hogar fue del 9,7%, siendo el 5,6% de menores de 5 a 14 años de edad y el 23,1% de adolescentes de 15 a 17 años de edad.

Durante el período del estudio, el 30,3% de los niños que trabajaban no asistía a la escuela. Según el estudio, el 51,3% de los menores que trabajaban en zonas urbanas realizaron tareas en el comercio, la hotelería y restaurantes, mientras que el 67% de los menores que trabajaban en zonas rurales participaron en la agricultura, la pesca, la ganadería, la caza y el trabajo forestal; el 52% de los menores de 5 a 17 años no recibió remuneración.

Hubo un alto índice de menores que trabajaban en la producción de ladrillos de arcilla, carbón, esmeraldas, oro, coca y pornografía. Los menores trabajaron también como vendedores ambulantes y sirvientes domésticos, y hubo algunos que se dedicaron a mendigar y hurgar en la basura. Según el Ministerio del Trabajo y la OIT, más de 20.000 niños trabajaban en el servicio doméstico.

Se informó también de menores que trabajaban en la agricultura, incluso en la producción de café y en pequeños centros de producción familiar en el mercado de la panela (azúcar morena sin refinar), así como de niños que trabajaban en calidad de pimpeneros, vendiendo gasolina venezolana barata. También hubo casos de explotación sexual comercial de menores (véase la entrada correspondiente).

Según se informa, se hizo caso omiso en gran medida de las prohibiciones contra el trabajo de menores en la minería y la construcción.

Algunas instituciones educativas modificaron sus horarios durante las temporadas de cosecha para que los menores pudieran ayudar en la granja familiar. Los menores trabajaron en la minería artesanal del carbón, arcilla, esmeraldas y oro en condiciones peligrosas y en muchos casos con la aprobación o la insistencia de sus padres. Las iniciativas del gobierno por ayudar a los menores que trabajan en la minería ilegal se enfocaron en los departamentos de Boyacá, Bolívar, Cesar, Cundinamarca y Nariño. Siguió habiendo casos de trabajo infantil forzoso en minas, canteras y casas particulares.

Según funcionarios públicos y organizaciones internacionales, los menores también fueron reclutados, a veces por la fuerza, para trabajar en el comercio ilegal de drogas y otras actividades ilícitas. Las FARC, el ELN y las bandas delictivas organizadas forzaron a varios millares de menores a prostituirse, a ser combatientes o a recolectar coca. Los menores que trabajan en el sector informal, incluso como vendedores ambulantes, también fueron vulnerables a la trata laboral.

El ICBF identificó 664 casos de trabajo infantil forzoso de enero a agosto de 2015.

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